El cáncer de hígado se ha convertido en un desafío para la salud pública en el país, con más de 2,174 nuevos casos diagnosticados anualmente, según el Minsa. “Uno de los datos más preocupantes es que alrededor del 50% de las personas diagnosticadas con carcinoma hepatocelular (CHC) se encuentran en etapas avanzadas, lo que limita las opciones de tratamiento y reduce las tasas de supervivencia. Además, el 80-85% de los casos de CHC ocurren en pacientes que ya presentan cirrosis hepática”, informa el Dr. Javier Díaz, jefe de servicio de hepatología del Hospital Edgardo Rebagliati Martins.

SÍNTOMAS. A menudo, este mal no muestra síntomas hasta etapas avanzadas, pero algunos de los signos que podrían alertar incluyen dolor o sensibilidad abdominal, facilidad para sangrar o desarrollar hematomas, aumento del tamaño abdominal, pérdida inexplicada de peso e ictericia.

PREVENCIÓN. “Para la detección temprana del CHC se recomienda que las personas con un alto riesgo se sometan a exámenes de ultrasonido abdominal cada 6 meses, junto con análisis de sangre para medir los niveles de alfafetoproteína (AFP)”, indica el Dr. Díaz.

DETECCIÓN. El experto aconseja ponerse en contacto con profesionales médicos en el área, ya que la detección temprana puede marcar la diferencia.

EXAMENES. “En caso de sospecha de cáncer de hígado, se realizan exámenes adicionales, como tomografía y resonancia magnética abdominal, y biopsia de hígado.

MORTALIDAD. El CHC ocupa el tercer lugar en incidencia entre los tumores del sistema digestivo en el Perú y presenta una tasa de mortalidad de 17.7 por cada 100,000 habitantes.

OJO AL DATO

“La mayoría de los pacientes morirán en los seis meses posteriores al diagnóstico si son diagnosticados en etapas muy avanzadas”, advierte el médico.

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