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El término 2.0 está de moda. Incluso se usa para designar a las nuevas generaciones, aquellas que nacen inmersas en la tecnología (por eso se les llama nativos digitales). En el año 2011, un estudio de la compañía de antivirus AVG señaló que el 81% de los niños menores de dos años a nivel mundial ya tenía un perfil digital. El porcentaje no hace más que crecer con el aumento del acceso a internet.
Es más, la investigación dijo que muchos de estos niños se convirtieron en nativos digitales incluso antes de nacer en el mundo real. Es decir, ya tenían presencia online cuando estaban en el vientre de su madre. Ese es un estigma del que difícilmente podrán librarse.
Si al venir al mundo ya hay fotos o videos suyos en la web, al llegar a los cuatro años tendrán un enorme álbum digital audiovisual en Facebook en YouTube. Al parecer, ser nativo digital también significa tener una vida pública.
El debate es si los padres tienen derecho o no a exponer así a sus hijos. Tal vez un poco de privacidad no vendría mal. Después de todo, publicar todo en la web los puede convertir en presas fáciles de individuos con malas intenciones.
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