¡Terrible! ¡Las personas que fueron enterradas vivas!
¡Terrible! ¡Las personas que fueron enterradas vivas!

¿Alguien puede ser enterrado vivo? Sí sufres de , hace muchas décadas atrás, sí. Este trastorno en el sistema consistía en la pérdida de movilidad (voluntaria e involuntaria) y la sensibilidad del cuerpo. La persona que la padece no presenta aparentemente signos vitales.

La tragedia de esta  estaba más orientada por el revuelo que ocasionó entre los años 1870 a 1910. Debido a que muchas personas tenían miedo de ser enterradas vivas, crearon las "ataúdes de seguridad" con banderas, respiraderos o campanas. Hoy, con los avances tecnológicos, es casi imposible que alguien sea enterrado por este mal.

A continuación, estos son las personas que no tuvieron suerte y lamentablemente sufrieron un dramático final por la catalepsia.

Lawrence Cawthorn. En 1661, en Londres, un carnicero "murió" luego de estar enfermo por un tiempo. Su esposa, quien ansiaba acceder a las propiedades tras su muerte, no consultó a un médico y lo enterró. Sus amigos, al visitar su tumba, se dieron con la sorpresa de escuchar gritos que provenían desde el interior del ataúd. Cawthorn, tras ser desenterrado, ya estaba realmente muerto por los cabezazos que se dio contra el féretro. 

Octavia Smith Hatcher. En 1981, en Kentucky (Estados Unidos), esta mujer padeció por una mosca tsé-tsé que le trasmitió una enfermedad del sueño, mal que encerraba en un corto estado de coma. Sus familiares, al ver que no despertaba, la enterraron rápidamente. Con los días, observaron que estos insectos también afectaron a otras personas de la misma manera que a Smith. Al ver este parecido, su esposo mandó desenterrar a la mujer y lo que encontró fue terrible: la tumba totalmente arañada y las uñas quebradas y llenas de sangre.

Su viudo, James Hatcher, antes de morir, exigió ser sepultado en un ataúd especial para no correr la misma suerte. 

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