Desde muy pequeño, la televisión y el cine fueron referentes en la vida de Bruno Pinasco, por eso, no resultó nada raro que al cabo del tiempo desarrollará su oficio de productor y conductor en esos terrenos. Pero, como Pinasco es un hombre de retos, casi a fines de 2023 nos sorprende con la publicación de su primera novela “Tea Shop” (Editorial Planeta) en la que nos cuenta una historia de amor en medio de conflictos empresariales, que también toca a una pequeña tienda donde se sirve té. Propuesta literaria que considera ha sido “liberadora”. ”Es un libro para que lo lean todos y que está ligado al rubro del entretenimiento, no pretendo inventar la rueda, ni nada nuevo, es cero pretencioso. Es una novela que está hecha para entretenerte, para que te relajes, para que te rías un poco, para que te emociones; es un libro que está pensado para cualquiera que le llame la atención”, dice el hoy escritor.
La novela se desarrolla en una tienda de té propiedad de la abuela Agatha y de su nieto Grey, ¿de dónde viene tu afición por esa bebida aromática? Pues nunca fui cafetero pese a que mi familia sí lo es, yo nunca descubrí esa magia del café que la tiene obviamente. Y el té me fascinó desde el comienzo, su magia, es una bebida milenaria, todos los momentos históricos en el que ha estado involucrado, y toda la parafernalia que hay. El té es una bebida que te invita a hacer una pausa siempre, no existe un té rapidito, siempre tienes que esperar a que hierva el agua, a que la infusión se haga; eso me gusta y por supuesto los sabores porque hay infinitas mezclas y variedades.
Cuando se tiene que escribir ficción hay que dejar el pudor, en la novela hay un romance entre dos chicos, Grey y Eliot, ¿estaba previsto desde el inicio? Lo que pasa es que quería que sea un tema cercano, que yo pudiera conocer para poder plantearlo bien, por eso salió la idea de un romance entre dos chicos, que yo conozco, obviamente. No es la historia principal en la novela pasan muchas otras cosas todo el tiempo, es como una circunstancia más de los personajes.
¿Escribir te resultó una experiencia distinta a lo que estás acostumbrado?
Ha sido liberadora, porque viniendo de trabajar en el mundo audiovisual y, sobre todo en la tele acá en el Perú, donde la primera respuesta siempre es no, nunca hay plata, nunca hay tiempo, siempre estás con la lengua afuera, contra el tiempo, todo eso demanda un desarrollo creativo excesivo. La hoja en blanco es haz lo que quieras, fluye como quieras, construye el mundo que quieras, y esa sensación de libertad es la que más me ha gustado.-
Tampoco es que el oficio de escribir te era tan lejano... He escrito guiones, he sido columnista de diarios y revistas, muchos de los reportajes de Cinescape los he escrito yo, también he hecho artículos, pero una cosa es eso y otra escribir ficción. Bruno (Ascenzo) me dejó la idea, y dije, es bueno salir de mi zona de confort, reinventarse, hacer cosas que nunca has hecho antes, a mí me encanta aprender siempre.-
¿Cómo vas a tomar las críticas a tu libro cuando las leas? Las críticas llegarán de todas maneras, ya desde ahora hay algunos haters, que ven a dos chicos en la portada y gritan ¡Satanás! Hasta ahora los comentarios han sido muy positivos, la gente se está enganchando, divirtiéndose y comentando que les gusta la historia. El otro día una chica me escribió y me cuenta que lo empezó a leer y que no paró hasta terminar, se pasó toda la madrugada leyéndolo. Pero supongo que sí pues, las críticas vendrán, no todo tiene que ser perfecto.