Los Caribeños no piensan en jales

La competencia se salió con la suya, arrebató a Caribeños de Guadalupe a varios pilares de su delantera, Tommy Portugal, Esaud Flores, Darwin Torres, etc., dejando disminuida a la prestigiosa orquesta norteña. Eso explica el bajón que sufrió en los últimos meses, pero el amor por la cumbia y por la orquesta que formó su padre, Santiago Aspericueta Reyes, permitió que Santiago Aspericueta hijo diseñara un proyecto de resurgimiento de Caribeños que gracias a su santa patrona que los protege, la Virgen de Guadalupe, resultó todo un éxito, hecho que celebran justo al cumplirse 39 años de su fundación.
Ese proyecto consistió en formar una delantera propia, es decir, preparar a sus propios vocalistas buscando nuevos talentos entre los jóvenes, eso para no volver a reclutar a los mismos de antes, que es lo que están haciendo otras orquestas de igual prestigio.
'No podríamos volver a convocar a Darwin Torres por ejemplo porque ya tengo un nuevo calichín con su timbre vocal que ha crecido una barbaridad como cantante. Esa es nuestra principal tarea ahora, padecimos mucho cuando nos quedamos sin delantera, pero hoy estamos iniciando una nueva etapa dando la oportunidad a la nueva generación', asevera Santiago Aspericueta.
-Fue un error integrar a su agrupación a cantantes con poco talento y que más vendían por sus escándalos? Si se refieren a David del Aguila, no lo incluímos con el fin de jalar la atención de los medios, en todo caso puedo decir que esa etapa fue la que marcó nuestro bajón, sin embargo, para mí David es un cantante muy bueno. Salió de la orquesta porque cumplió su contrato y ya no era momento de renovarlo.
Los actuales integrantes de Caribeños de Guadalupe son Elvis Omar Atoche, Viter Vergara, el 'hijo pródigo' Jossimar Farfán y Armando Junior, quienes con el respaldo de los experimentados Kike Farro y Julio Chicoma, conforman una 'delantera' de lujo en que se mezcla la juventud con la experiencia que ya imponen su nuevo tema 'Mil cervezas', que se suman a cumbias ya consagradas como 'Bella ilusión', 'Llorando mi tristeza', 'Me extrañas', entre otros.