Julio Rodríguez, abogado de Eva Bracamonte y Liliana Castro Mannarelli, implicadas en el asesinato de Myriam Fefer, manifestó que de comprobarse que Marco Bracamonte no es el padre de la hija de la asesinada empresaria, éste podría ser un potencial sospechoso del crimen. El hecho tendría una implicancia legal en el proceso y podría generar que el cuadro de sospechosos se amplíe, refirió.
Por otro lado, el letrado también pidió a la justicia brindar más atención a la hipótesis de que una mafia de narcotraficantes judíos estaría detrás del asesinato de Fefer, tal como lo reveló un programa dominical.
Dicho espacio mostró correos electrónicos anónimos, según los cuales se pide seguir la pista del narcotráfico. Los citados e-mails refieren que la destituida jueza Ana Luzmila Espinoza Quispe estuvo con Fefer en la escena del crimen, el 15 de agosto de 2006.