Sandro, quien el pasado viernes fue sometido a un trasplante coronario y pulmonar, evoluciona 'normalmente' y respira por sus propios medios, aseguraron los médicos que lo atienden.
Sergio Perrone, integrante del equipo médico que asiste al artista en un hospital de la ciudad de Mendoza, remarcó el buen humor de Sandro y contó que incluso 'pidió un peine' antes de que se le quitara el respirador artificial.
No obstante, indicó que el cantante aún no puede hablar por 'las dificultades que causa tener un tubo en la garganta durante cuatro días', pero insistió en que su estado de ánimo es 'excelente'.
Miguel Nicolás, director del hospital, definió a Sandro como un paciente 'extremadamente colaborador y optimista', y consideró apresurado pensar en trasladar al artista de la terapia intensiva a una habitación común. 'Estos casos requieren entre siete y diez días de terapia intensiva. Estamos transitando un largo proceso porque los trasplantados tardan en recuperarse', indicó.