Angélica Valenzuela y Artidoro Hidalgo, los padres de Rosario, y su hermano Armando Romell Hidalgo Valenzuela, han sido un soporte fundamental para la paciente. Ellos la han cuidado día y noche. 'Para ella no habían fiestas porque a más tardar a las 10 de la noche debía estar en casa lista para su diálisis, todos nos hemos turnado para verificar su estado de salud, han sido varias noches sin dormir, varias madrugadas de angustia', dijo don Artidoro.