Policía ya parece acostumbrada al recojo de cadáveres.
Policía ya parece acostumbrada al recojo de cadáveres.

Lima y Callao se desangran y las autoridades hacen nada o muy poco para impedirlo. Así quedó demostrado ayer, un lunes sangriento en el que dos personas fueron ejecutadas con total frialdad, en dos puntos de Lima y el Callao.

El primero de estos crímenes se registró en la última cuadra de la avenida Costanera, muy cerca de los Barracones, en el Callao. En este punto, un joven de aproximadamente 20 años fue silenciado con un certero balazo en la cabeza.

La víctima fue llevada al lugar en un automóvil que llegó por el jirón Wiesse, relató un reciclador a la Policía. Se presume que la víctima es extranjera, pues el sistema de lectura de huellas digitales no pudo determinar su identidad.

AJUSTE

De otro lado, otro hombre fue brutalmente asesinado hasta con 22 balazos en inmediaciones de la avenida San Juan, en Ate.

Al lado del cuerpo, los agentes policiales hallaron un cartel con un mensaje que revelaría el motivo del crimen. “A todos esos que quieran cobrar los paraderos de Ate por Santa”, se lee en el aviso.

Los testigos comentaron que el hombre fue conducido hasta su última parada en un automóvil, que a su vez era custodiado por una motocicleta tripulada por dos sujetos. Una vez en el sitio, lo obligaron a descender del vehículo y, sin mediar palabra, abrieron fuego. La víctima no pudo ser identificada, y se maneja que es extranjera.

ALGO MÁS

Un guardián quedó al borde de la muerte tras ser baleado por sicarios en el mercado La Cumbre, en el distrito de Carabayllo.