Lo secuestran para matarlo

Un niño de solo 10 años se convirtió en testigo del secuestro de su padre quien, horas después, terminaría asesinado.
Eran las nueve y media de la noche del último miércoles cuando Dolfi Huamán Barboza (31) caminaba con su hijo por la loza Los Licenciados, en Ventanilla.
De pronto, una mototaxi sobreparó a su costado y cuando Huamán volteó para ver quién lo seguía se dio con la sorpresa de que del vehículo salieron dos personas, mientras otra esperaba con la mano en el timón.
Los hombres jalaron al padre de familia hacia la mototaxi y, una vez subido, partieron a toda velocidad.
Una hora más tarde, en la zona industrial de Pachacútec, apareció el cadáver de Huamán con cuatro impactos de bala, en el cráneo y la espalda.

Sospechoso. De acuerdo a valiosos testimonios obtenidos por la Policía, uno de los atacantes fue identificado como Luis Ángel Llanos Vargas (22) “Luchito”. Este hombre tiene una larga historia en prisión, pues cuando todavía era un adolescente fue internado en el centro de rehabilitación para jóvenes, conocido como “Maranguita”. De este lugar escaparía para volver a ser capturado.
Cuando cumplió 18 años fue transferido al penal Piedras Gordas en Ancón.
“Recién ha salido hace un mes y ya está haciendo de las suyas”, aseguró Jennifer Vergara Vásquez, pareja de la víctima y la madre de su único hijo.
Según lo narrado por una persona del entorno, “Luchito” señaló unas horas antes, durante la tarde del pasado miércoles, que “tenía una chamba, luego se metería de lleno a las obras”, por lo que la Policía sospecha que este sería un crimen relacionado a la construcción civil.
La familia de la víctima pidió a la Policía que detenga a “Luchito” lo antes posible para que no siga matando.