Han pasado más de cuatro años desde la trágica noche del 21 de diciembre de 2019, cuando Carlos Campos Zapata y Alexandra Porras Inga perdieron la vida mientras realizaban labores de limpieza en un local de McDonald’s ubicado en el distrito de Pueblo Libre.

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La tragedia, que enlutó a dos familias y conmocionó al país, ha mantenido su curso investigativo, revelando graves negligencias y la falta de implementación de medidas de seguridad en el trabajo.

La reciente investigación preparatoria ha abierto un expediente contra los presuntos responsables de este lamentable hecho. Según se desprende de la investigación, las víctimas, apenas 28 horas antes del fatal accidente, habían reportado a sus superiores una fuga eléctrica en una de las máquinas del local.

A pesar de las advertencias y de estar al tanto de la situación a través de un grupo de WhatsApp, los administradores del McDonald’s no tomaron las medidas de seguridad necesarias para salvaguardar la integridad de sus trabajadores.

La negligencia por parte de la empresa se vio agravada por la falta de implementos de seguridad básicos para los trabajadores. Los familiares de Carlos y Alexandra denuncian que los jóvenes no contaban con guantes, uniformes adecuados ni calzado apropiado para realizar sus labores de limpieza, lo que los expuso aún más a riesgos potenciales.

Actualmente, el Ministerio Público investiga a ocho personas por los presuntos delitos de homicidio simple y contra la libertad de trabajo.

Las familias de las víctimas, quienes aún buscan justicia por la irreparable pérdida de sus seres queridos, exigen que se sancione a los responsables con todo el rigor de la ley y que este caso sirva como un precedente para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir.

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