Víctor Graterol y Tamara Jiménez cayeron en un inmueble de Santa Anita.
Víctor Graterol y Tamara Jiménez cayeron en un inmueble de Santa Anita.

Además de amenazar con matar a sus víctimas, a quienes exigían cupos, miembros de la banda “El Clan del Norte” -que no tienen perdón de Dios- practicaban rituales de magia negra para cobrar el dinero a quienes extorsionaban.

En mensajes de WhatsApp, una pareja de venezolanos extorsionaba a empresas de transporte público en Lima, al amenazarlas con atentados con dinamita o armas de fuego si no cumplían con sus exigencias.

Víctor Graterol (38) y Tamara Jiménez (42) delinquieron en las últimas semanas hasta que agentes del Depincri Rímac los intervinieron en un inmueble de Santa Anita.

Grave

Donde cayeron, tenían cartuchos de dinamita y un revólver con municiones que iban a utilizar contra sus víctimas.Además, había marihuana, un cuaderno con anotaciones de pagos de agraviados, dinero, detonadores metálicos y celulares.

En estos últimos había mensajes extorsivos que enviaron a una empresa transportista con amenazas e imágenes de armas de fuego y explosivos.

A esa compañía le exigían 20 soles diarios por vehículo.

Magia negra

Para cobrar sus cupos se encomendaban a rituales y en un altar, sobre una mesa, tenían dos imágenes de santería, monedas, canicas, comida y un juguete.

Se hacían llamar “El Clan del Norte” y, según la Policía, Víctor Graterol presionaba a las víctimas y Tamara Jiménez, quien años atrás estuvo en Colombia, recaudaba el dinero de los cupos.

Ambos detenidos serán acusados de los presuntos delitos de extorsión, peligro común y tráfico ilícito de drogas.