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Atrapado. Mónica Salomé Abad Villanueva y su esposo Julio César Chávez, quienes venden frutas en las afueras de un mercado de Santa Anita, denunciaron que su hija de nueve años estuvo a punto de ser ultrajada en un local de cabinas de internet de la zona.
La madre contó que su pequeña le pidió S/0.50 para alquilar una computadora y así hacer su tarea. Añadió que cuando prendía la máquina, el encargado se acercó, se bajó los pantalones, la obligó a que le toque los genitales y empezó a desvestirla.
Por suerte, dijo que en un descuido la pequeña empujó al depravado y escapó. “Mi hijita llegó corriendo, con los pantalones abajo, gritaba desesperada que ese tipo la intentó violar. Ella estaba llorando”, contaron los padres.
De inmediato, acompañados de varios vendedores acudieron a capturar a Daniel Hernán Capcha Quispe (25), quien estaba escondido en el baño. La niña, por su parte, fue en busca de un policía.
Finalmente, el sujeto fue atrapado y trasladado a la comisaría de Santa Anita, donde será denunciado por tocamientos indebidos. Los familiares exigen que se le castigue severamente. El depravado se salvó de ser linchado.
ABANDONAN CADÁVER EN SJM Una mujer de aproximadamente 25 años de edad fue hallada muerta en la avenida Los Álamos, a la altura del kilómetro 12.5 de la Panamericana Sur, en San Juan de Miraflores. El cadáver fue encontrado por el Serenazgo de la zona al promediar las 5:30 de la mañana, cuando todavía no amanecía.
"Al parecer a la mujer la han arrojado desde un auto", dijo Dante Quezada, subgerente de Seguridad Ciudadana de la comuna de San Juan de Miraflores. Cuando fue hallada, la mujer, que no supera los 30 años, vestía un pantalón negro, zapatillas azules y una chompa negra.
La hallaron boca arriba, con moretones en los brazos y en el abdomen; además de su nariz emanaba sangre, como si la hubieran golpeado antes de arrojarla a la vía. Al promediar las 8 a.m., la Policía acudió a la avenida Los Álamos, en San Juan de Miraflores, para revisar el cuerpo.
Revisaron las prendas, los signos vitales, entre otros rasgos propios de la mujer, quien llevaba tenía varios tatuajes. A ella, que no se le pudo identificar porque no contaba con documentos, la revisaron exhaustivamente, e incluso se le tomó las huellas dactilares.
"Dicen que han visto cuando la arrojaron desde un auto plomo con lunas polarizadas. Eran tres hombres los que estaban en el vehículo, pero no se les pudo reconocer porque la zona es oscura de por sí", dijo un vecino de San Juan de Miraflores que prefirió no identificarse.
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