En la audiencia de evaluación de la prisión preventiva contra Betssy Chávez por presunta rebelión y conspiración, tras el golpe de Estado castillista del 7 de diciembre de 2022, la expremier no pudo contener el llanto y se quebró. En ese instante, clamó por el cese de los 18 meses que cumple en el penal Anexo Mujeres de Chorrillos.
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EN DETALLE. La sesión se desarrolló en el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria. Esta vez, Chávez Chino presentó a Raúl Noblecilla y Luis Barranzuela como sus abogados. El primero fue viceministro de Gobernanza Territorial y abogado de Guillermo Bermejo, Vladimir Cerrón y Pedro Castillo; mientras que el último fue ministro del Interior en 2021.
La exposición de la defensa estuvo a cargo de Noblecilla, quien anunció nuevos elementos de convicción -una condición necesaria para solicitar el cese de prisión preventiva- a favor de su patrocinada.
En la audiencia, sin embargo, su argumentación estuvo marcada por aspectos ya discutidos. Por ello, la fiscal Galinka Meza Salas recordó que la Sala Penal Suprema ya estableció que no se pueden admitir como nuevos hechos, para su eventual reevaluación, los que ya fueron analizados previamente. En este contexto, el penalista Carlos Rodas calificó dicha solicitud de cese como una medida “apresurada” por la defensa, pues la medida de prisión preventiva se dictó el 19 de junio último, es decir, hace dos meses.
“Cuando uno trabaja un recurso de este tipo estima un plazo considerable para reunir pruebas, va a ganador”, declaró a Diario Correo.
Al término de la sesión, Chávez pidió al juez Juan Carlos Checkley que le permita afrontar su proceso en libertad. “Soy una mujer que no llora fácilmente y menos en una situación en la que estoy viviendo. Han pasado dos meses y no tengo la oportunidad, siquiera, de poder ver a mi madre porque toda mi familia está en Tacna”, reclamó.
Enseguida, añadió que “la Cruz Roja ha traído a mi madre, la voy a poder ver después de dos meses. Permítanme defenderme en libertad, es lo que les pido”, suplicó.
