Tras confirmarse la suspensión disciplinaria de Rafael Vela por ocho meses y 15 días, la titular del Ministerio Público, Patricia Benavides, dio ayer por concluida la designación del magistrado y nombró a sus reemplazantes en los tres cargos que el fiscal ejercía.
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Eso, según Proética, Patricia Benavides, desestabiliza los esfuerzos para sancionar “el más grande esquema de corrupción”.
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La medida se oficializó el domingo último, pero ya desde el sábado se había puesto en aplicación en la Fiscalía. Todas las designaciones se dan con efecto desde el 25 de noviembre último, indica la resolución de Patricia Benavides.
Tres en uno
De golpe, al estar suspendido por la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público, Rafael Vela dejó de ser fiscal superior titular Especializado en Delitos de Lavado de Activos y Pérdida de Dominio (Sede Lima), coordinador nacional de las Fiscalías Especializadas en Delitos de Lavado de Activos y coordinador del Equipo Especial Lava Jato.
Resolución lo sepulta
A través de la Resolución de la Fiscalía de la Nación 3270-2023-MP-FN, publicada ayer en El Peruano, se encargó el despacho de la Coordinación Nacional de las Fiscalías Especializadas en Delitos de Lavado de Activos a Wilfredo Avellaneda, fiscal superior provisional transitorio del Distrito Fiscal de Lima Centro.
Magistrada de protestas
También se asignó el despacho de la Coordinación del Equipo Especial Lava Jato a Marena Mendoza, fiscal superior titular civil de La Libertad, quien tiene a su cargo la pesquisa por las muertes durante las protestas contra la el gobierno de Dina Boluarte.
Además, se encargó el despacho de la Segunda Fiscalía Superior Nacional Especializada en Delitos de Lavado de Activos a Liliana Briceño, fiscal adjunta superior provisional del Distrito Fiscal de Lima Centro.
¿Cuestionada medida?
En un pronunciamiento, la ONG peruana Proética señaló que esta cuestionada medida desconoce los estándares internacionales de libertad de expresión de los magistrados y desestabiliza los esfuerzos para identificar responsabilidades y sancionar el más grandes esquema de corrupción de las últimas décadas, el cual involucra a expresidentes (Alejandro Toledo, Pedro Pablo Kuczynski y Ollanta Humala), líderes políticos (Keiko Fujimori) y grandes empresas brasileñas y peruanas.
Para Proética, “las dilaciones, errores estratégicos y excesos” del Equipo Especial Lava Jato “deben valorarse y corregirse según criterios técnicos” y “no manipularse para garantizarle impunidad a los procesados removiendo fiscales incómodos atropellando la institucionalidad”.
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