El secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, consideró que hasta el momento no hay pruebas que señalen que el presidente Pedro Castillo ha cometido delitos de corrupción, pero que, si estas aparecen, entonces apoyaría la destitución del mandatario.
En diálogo con el medio argentino Página 12, Cerrón Rojas dijo que los indicios de irregularidades en el Gobierno solo comprometen a personas del entorno de Castillo Terrones, más no al jefe de Estado.
“Ahora podría decir que hay corrupción en el entorno muy cercano a Castillo, pero todavía no hay una prueba irrefutable de que Castillo está involucrado en la corrupción. Si esas pruebas aparecen, sería el punto de quiebre y en ese caso sí apoyaríamos la destitución de Castillo”, afirmó.
Sus declaraciones se dieron al ser consultado por las seis investigaciones que pesan sobre el presidente Castillo, cinco de las cuales tienen que ver con hechos supuestamente cometidos en su gestión como máxima autoridad.
En otro momento, Cerrón calificó el Gobierno de Pedro Castillo como “neoliberal” y dijo que los sectores de derecha buscan destituirlo por motivos racistas, más no por haber emprendido medidas de izquierda.
.”Este gobierno -agrega- sigue aplicando las políticas de la derecha, no ha implementado una sola política de izquierda, un solo cambio trascendente. Castillo habla de cambios que nunca llegan. Su discurso está entre el populismo y la farsa. Este es un gobierno neoliberal”, añadió.
“La guerra contra Castillo es una guerra racial -contesta- de discriminación a lo andino, a lo campesino, porque el tema principal, que es el económico, la oposición de derecha ya lo tiene resuelto, porque no ha habido ningún cambio como para decir que este es un gobierno de izquierda, o por lo menos progresista. Con eso los de la derecha debieran estar tranquilos, pero quieren derrocarlo no porque Castillo pueda hacer políticas de cambio, sino porque les molesta que un cholo esté en el gobierno”, aseveró.
Finalmente, consideró que los “caviares” son los verdaderos enemigos de la izquierda, por lo que afirmó que si bien no tienen una alianza con grupos de derecha, en algunos momentos han votado junto a estos para oponerse a los “caviares”.
“No tenemos una alianza con la ultraderecha, lo que hay es una coincidencia espontánea anticaviar. Coincidimos porque combatimos a un enemigo común, que es la izquierda caviar, la socialdemocracia. No puedo hacer una alianza con los ‘oenegeros’ aliados de Usaid. Podemos coincidir con el fujimorismo y con otros, pero con la izquierda caviar no, ellos son nuestro enemigo principal. Los caviares son para nosotros la principal amenaza, un enemigo más peligroso que la ultraderecha neofascista”.