Érika de Souza, una mujer, llevó el cuerpo de su tío a una sucursal bancaria en Bangu, Río de Janeiro, Brasil, con la intención de retirar 17.000 reales, equivalentes a unos 3.200 dólares. Utilizó una silla de ruedas para transportar el cadáver y trató de hacer que su familiar “firmara” un documento para acceder al dinero. Los empleados del banco sospecharon de sus acciones, grabaron la situación y contactaron a la Policía, que llegó al lugar y la arrestó. (Fuente: América TV)