Debido a que el Gobierno amplió el cierre de playas hasta el 17 de enero, cientos de familias optaron por bañarse en el río. A lo largo de todo el río Lurín, especialmente en Manchay, muchos peruanos disfrutan del verano, llevan comida y se toman sus cervezas. En este paraíso popular, todos se olvidaron de los riesgos por un rebrote del COVID-19, pues todos lucen sin mascarillas ni distanciamiento social, | América Noticias