El trabajo es la actividad necesaria para el ser humano. Sin embargo, cuando se le dedica una excesiva cantidad de tiempo y de energía, llevándolo a cabo de forma muy intensa y compulsiva, puede traer consecuencias negativas tanto en el plano laboral y personal.

En la siguiente nota le dejamos algunos señales para que reconozca si usted es una persona adicta al trabajo.

  • Ansiedad por terminar los pendientes del trabajo:  La persona tiene obsesión por dedicar todo el tiempo posible a su trabajo, de forma que abandona otros aspectos de su vida, como la familia, las aficiones o las amistades.
  • Sentido de culpabilidad: Cuando no está trabajando la persona piensa de forma compulsiva que debería estar haciéndolo.
  • Preocupación por alcanzar un alto grado de rendimiento: La persona siente la continua necesidad de alcanzar un gran nivel de productividad, de forma que vivirá en un continuo estado de ansiedad ocasionado por el temor a no alcanzar sus expectativas. Esto puede tener un efecto contrario y hacer que la persona tenga problemas en el rendimiento.
  • Dificultades para relacionarse: El trabajo ocupará un lugar tan preeminente en los intereses de la persona que no podrá establecer relaciones normales con compañeros de trabajo.
  • Incapacidad para delegar tareas: La obsesión por tener un completo control sobre su trabajo derivará en la imposibilidad para delegar tareas y dificultará el trabajo en equipo.
  • No le gusta las reuniones: Evitan cualquier actividad social no relacionada con el trabajo, porque piensa que obstruye su rendimiento.
  • Odia a sus compañeros: Tienen una mala consideración de sus compañeros de trabajo, a los que consideran vagos, ineptos o irresponsables.
  • Trabajo a casa: Se llevan trabajo extra a su hogar, a parte del que realizan en su centro laboral, y están continuamente conectados a su empresa.
  • No a los hobbies: Carecen de aficiones, las consideran pérdidas de tiempo.
  • Acumulan días libres: Nunca toman vacaciones o descansos, y ponen excusas para no tener que tomarlos.

¿Qué efectos negativos tiene?

  • Ocasiona problemas cognitivos como la ansiedad, la irritabilidad, la depresión o la infravaloración de cualquier actividad que no sea la laboral.
  • Provoca problemas fisiológicos tales como dolores de cabeza o musculares, estrés, insomnio, disfunciones sexuales, e incluso, a largo plazo, hipertensión y mayor probabilidad de tener problemas cardiovasculares.
  • Pueden tener más conflictos con la familia o amigos, dejación de otras responsabilidades distintas del trabajo
  • Siguen una mala alimentación derivada de su falta de tiempo o interés en cuidarse.


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