(Foto: Essalud)
(Foto: Essalud)

Por: Sara Abu Sabbah

En cualquier etapa de la vida podemos estar próximos a una cirugía. Indistintamente de qué parte del cuerpo es el afectado es conveniente tener cuidados dietéticos y evitar complicaciones.

Previo a la cirugía la dieta es líquida, es decir, el paciente debe alimentarse solo de caldos (hervir por ejemplo verduras, colarlas y beber el caldo) o mazamorras de maicena sin trozos de fruta. Luego, es prudente mantener unas horas de reposo, es decir, sin alimentos para pasar a cirugía.

La idea es mantener el sistema digestivo con el menor trabajo posible ya que durante la cirugía nuestro corazón requiere mayor eficiencia para bombear sangre y el trabajo digestivo puede afectar.

Luego de la cirugía, lo primero es evaluar si la persona tolera la vía oral ofreciendo pequeños sorbos de agua o infusión. De tolerar, en la medida que la cirugía no fue en el tracto digestivo, se pasa a una dieta blanda por 3 a 5 días en promedio y finalmente a una dieta normal.

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