A un mes: Policía no puede capturar a Gerald Oropeza y sus amigos

Un mes ha transcurrido del atentando al Porsche, ocurrido en San Miguel en la madrugada del 2 de abril, y el principal protagonista, Gerald Oropeza López (34), sigue con paradero desconocido.

Los agentes de la Dirincri parecen no tener la pista que conduzca a la captura del denominado “Tony Montana peruano”, acusado de lavado de activos, tráfico de drogas y otros delitos. Tampoco se ha podido ubicar o detener a ninguno de los otros siete sujetos que se encuentran con orden de captura.

Por si fuera poco, uno de los buscados, Christian Gonzalo Javier Valle Ibáñez, alias “Drácula”, ha declarado a la televisión y ha dicho que no conoce a Oropeza. Los otros prófugos son Javier Poémape “Javi”, Brian Camps “Bryan”, David Hidalgo “Ciego David”, Carlos Sulca Cruz “Chato Catri”, (mano derecha de Gerald Oropeza), Renzo Espinoza “Rencito” y Luis Miguel Espinoza “Cachito”.

Aunque desde la Policía se dice que Oropeza está cercado, no se sabe nada de él.Sus abogados y su madre, Pilar López, solo se han limitado a decir que se encuentra en Lima y que teme por su vida. Acusan de manera directa al coronel PNP José Garay, a quien denunció por extorsión. Además, ha interpuesto un hábeas corpus, el cual ha sido admitido a trámite por el 12 Juzgado Penal de Lima para que la orden de captura en su contra sea levantada.

Lo cierto es que en estas últimas semanas han ocurrido crímenes que abonan la hipótesis de que estamos frente a una guerra de mafias.Su amigo Patrick Zapata Coletti (25) fue secuestrado y asesinado tras salir de una discoteca en Los Olivos. Antonio “Chino” Saucedo Mendoza también fue ultimado a balazos cuando se retiraba de una discoteca con dos chicas. Se presume que había participado en el atentado contra Oropeza.

Mientras tanto, los agentes especiales que allanaron la vivienda de su abuela materna en Sullana (Piura), el pasado viernes, buscan allanar más propiedades de su entorno más cercano, tanto en Lima como en provincias. “Tiene que estar escondido en la casa de un familiar o alguien de su entera confianza”, han sostenido.