Las bacterias que forman esa barrera deben crecer en equilibrio, pero cuando esto no sucede ocurre un desbalance dejando espacios que permiten el paso de sustancias que luego causan malestar.
Las bacterias que forman esa barrera deben crecer en equilibrio, pero cuando esto no sucede ocurre un desbalance dejando espacios que permiten el paso de sustancias que luego causan malestar.

El colon o intestino grueso es un órgano muy importante que mide entre 1.35 m a 1.5 m y tiene un diámetro de 7.5 cm hacia el inicio y de 4 cm de diámetro hacia el final. El movimiento peristáltico permite al colon mover la materia fecal para ser expulsada.

La materia fecal está cargada de sustancias de desecho, es decir, que no son útiles para el cuerpo y también de gérmenes y toxinas que se eliminan con la evacuación; sin embargo, la piel interna del colon es una capa permeable que permite el ingreso de ciertas moléculas como por ejemplo: el agua y algunos nutrientes con ácidos grasos, vitamina K y B12 que se producen por la interacción de la microbiota con las fibras y nutrientes del medio.

Entre la piel interna del colon y la luz, es decir la cavidad donde transita la materia fecal, está la barrera intestinal, que es una capa tupida conformada por millones de microorganismos vivos que denominamos microbiota colónica.

Esta barrera interactúa también con las células del colon generando acciones de defensa y se constituye como parte de nuestro sistema inmune.