Las apariciones del presidente , casi toda la semana al mediodía, siempre traen alguna medida de impacto en pro de afinar la lucha contra el y que la menor cantidad de peruanos caiga enfermo y sea parte de la estadística que cada vez se pone más oscura.

Hoy, por ejemplo, ha lanzado un par de anuncios muy interesantes. El primero, justo y necesario desde todo punto de vista, es que habrá un bono de 760 soles, de un solo cocacho, para un millón de familias del sector rural que acatan la cuarentena. Preciso y oportuno.

Y el segundo, igual de merecido y bien pensado, es el ascenso póstumo a los miembros de la Policía Nacional y Fuerzas Armadas que pierdan la vida bajo las garras del Covid-19 durante el Estado de Emergencia. Eso implicará un beneficio directo para los deudos, aunque el duelo será eterno.

No se necesita ser vizcarrista para aceptar que el mandatario, con más aciertos que errores, ha tomado al virus por los cuernos y que eso ha permitido amenguar la ira de esta pandemia. La otra parte está en manos de la población. ¿cómo? respetando las normas de prevención establecidas.

Hagamos las cosas bien para salir, poco a poco, de la cuarentena y tentar la normalidad. Escrito está que “una vida vivida con miedo, es una vida medio vivida”.

Esto fue todo por hoy, cierro el Ojo Crítico, hasta mañana.