Qué tal.
La gente demanda confianza por estos días. Y es que vivimos tiempos de devaluación, tanto de las personas como de las instituciones.
El gabinete Villanueva irá por el voto de confianza al Congreso el 2 de mayo. De seguro lo conseguirá porque el Parlamento es el gestor de que Vizcarra esté en Palacio.
Keiko exige que confíen en su versión de que no tiene un acuerdo con su hermano Kenji, tras conocerse que el defenestrado “avengers” la limpió ante la Fiscalía.
La afición confía en que Guerrero jugará el Mundial y en las cábalas de Ricardo Gareca para dar la sorpresa en Rusia 2018.
El pueblo espera y confía en que el arresto domiciliario otorgado a los matarifes de Sendero Luminoso, Osmán Morote y Margot Liendo, no prenderá otra vez la mecha de la violencia, aunque parece que no salen.
Pese a que la inseguridad es un desmadre, la ciudadanía espera que el nuevo gobierno ponga freno a tanta muerte por robos, asaltos y violaciones.
En líneas generales, el Perú necesita recobrar la confianza en sí mismo, más allá de las autoridades que tenemos.
En líneas generales, el Perú necesita recobrar la confianza en sí mismo, más allá de las autoridades que tenemos.