Los datos oficiales mostrados ayer por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei) son realmente para llorar, pues entre el 2022 y 2023, la cifra de pobreza pasó de 27,5% a 29%, lo que hace que casi 9 millones 780 mil 540 peruanos se encuentren en esa condición que les impide acceder a la canasta básica familiar, una cantidad muy similar a la del peor año de la pandemia de COVID-19. Como vemos, nos ha ido mal. Luego de la emergencia sanitaria habíamos venido recuperándonos poco a poco, pero el 2023, el primer año de la gestión de Dina Boluarte, la cosa ha sido trágica, especialmente para los pobres en general y más aún para los pobres extremos, que son el 5,7% del 29% mencionado al inicio. No hay que ser un gran analista para darse cuenta de que las cosas se están haciendo mal especialmente desde el Poder Ejecutivo, y que los más vulnerables son los que vienen pagando los platos rotos. Es la cruda realidad.