Ricardo Gareca (Foto: Daniel Apuy/GEC)
Ricardo Gareca (Foto: Daniel Apuy/GEC)

Mientras en el país todo es inestabilidad política a partir de un gobierno lamentable, incapaz de entender las verdaderas necesidades del país, muy lejos, allá en Barcelona, España, 28 muchachos -cuyo corazón repite Perú en latidos- se mentalizan para darle otra alegría a la mejor hinchada del mundo ganando el repechaje mundialista (frente a Australia o Emiratos Árabes), el 13 de junio en el mismo Doha, la capital de Qatar. Lo que Pedro Castillo debe entender es que, cuando se trabaja con planificación y honestidad, cuando los asesores también se ponen la blanquirroja, como ocurre con Gareca y su comando técnico, los buenos resultados caen por su propio peso. El “Tigre” no anda pintándole pajaritos en el aire a la afición peruana ni apelando al populismo, no; pero sí trata de llamar a los mejores, a aquellos que dejen la piel por este país bendito que nos vio nacer. ¿Podríamos decir lo mismo del profesor chotano y los ministros que convoca, algunos con antecedentes penales? Toda comparación es una ofensa y mejor lo dejamos ahí.