Y hoy, 14 de marzo, llegamos a los 55 años, nuestras Bodas de Esmeralda. Este largo y hermoso romance con los lectores de todo el país tiene una razón sustancial: la fidelidad de ida y vuelta, traducida en un feedback diario de pertenencia a prueba de balas (léase feroz competencia). Ojo, desde su génesis, en 1968, siempre mantuvo un espacio reservado en la mesa de la casa con información útil y necesaria para la familia. Ese es nuestro mayor premio como medio de comunicación. Ser un integrante más de ustedes y haber transitado el tiempo juntos, con los cambios, retos y hasta desgracias que el devenir nos ha planteado. Gracias a su preferencia somos un matutino de referencia en el país y el compromiso, firmado aquí y ahora, es que seguiremos en la brega para que nuestras páginas impresas y las plataformas digitales de la marca respondan rápida y acertadamente a las necesidades de información y entretenimiento de las exigentes audiencias. Nos abrazamos con ustedes. ¡Salud!