El gobierno peruano debe garantizar que los migrantes venezolanos que han llegado huyendo de los horrores y el hambre del chavismo, que han cumplido con todos los requisitos migratorios, que no tienen antecedentes penales en su lugar de origen y que están en el Perú trabajando y ganándose la vida de manera honesta y legal, no tengan problema alguno con las nuevas normas que se están dando a fin de poner en vereda a los maleantes extranjeros que han agravado la situación de violencia e inseguridad en Lima y la mayoría de provincias. Recordemos que el nuestro es un país de migrantes y que tenemos compatriotas en todos los rincones del mundo que han sido recibidos con los brazos abiertos cuando han llegado a ganarse el pan con el sudor de su frente. Ahora nos toca ser receptivos con los que han ingresado a nuestro suelo para trabajar, sin tener nada que ver con integrantes de las bandas de ladrones, asesinos y extorsionadores que sí deben ser combatidos y erradicados.