“Con los huevos de Vargas”. “Un gol más va a haber”. “Paren bien las orejas”. “Los palos son así, a veces juegan para los arqueros”. “No sé si es justo, solo sé que es cierto”. “Consejo de pata, anda al área”. “Penal bien pateado es gol”.Daniel Peredo, el cabezón como le decíamos, nació mirando el mundo a través de una pelota y murió hoy, despidiéndose a través de ella, luego de una pichanga entre colegas.
Y con él, claro, se fue la voz del fútbol. La voz que palpitaba emoción. La voz que venía del corazón. La voz que también había clasificado para Rusia 2018. La voz de campeonato.
Daniel Peredo Menchola, respetando tiempos, fue un digno sucesor de narradores deportivos como Humberto Martínez Morosini, Rulito Pinasco y el mismo Augusto Ferrando, quien -por si no lo recuerdan- fue el encargado de relatar la hazaña de Perú en La Bombonera.
Esta redacción, donde converge Ojo, Correo y El Bocón, lo vio dar sus pasos iniciales como periodista especializado, y ya destacaba por su apego al dato exclusivo, la estadística, la formalidad jugando en pared con eso que no se compra en la esquina: calle. El colega ilustrado.
Un abrazo de gol hasta la eternidad, estimado Daniel. Los integrantes del club Balón y Pluma, sobre todo el grupo de los miércoles, lloramos tu partida.
Esto fue todo por hoy, guardo mi Lápiz, hasta mañana.
Esto fue todo por hoy, guardo mi Lápiz, hasta mañana.