Más allá del aspecto psicológico, el estrés tiene manifestaciones en el cuerpo. Ya hemos visto cómo afecta a la piel y produce envejecimiento. Estos son otros modos en que se hace presente:
- Bolsas bajo los ojos. Y ojeras. Son producto directo de dormir mal o muy poco. Es probable que la tensión no te deje descansar lo suficiente.
- Dermatitis. Irritación, salpullido y picazón son consecuencias del estrés. La psoriasis es otra afección que puede ocurrir cuando estás con demasiada tensión y ansiedad.
- Herpes oral. Pequeñas ampollas aparecen en las encías, los labios o alrededor de la boca.
- Urticaria. Las ronchas suelen aparecer en situaciones de estrés.
- Pérdida de cabello. La caída del pelo es un síntoma clásico del problema, pero no es el único. Con el estrés también se incrementa la producción de caspa e incluso de canas.