¿Buena o mala idea? ¿Estar circuncidado puede afectar la vida íntima de un hombre?
¿Buena o mala idea? ¿Estar circuncidado puede afectar la vida íntima de un hombre?

¿La  tiene algún efecto en la  de un varón? Esa es una pregunta ampliamente debatida por los expertos en la materia. Son varios los  que han intentado hallar una respuesta y a continuación te mostramos algunos de los resultados. ¿A quién le crees?

1.- Mejora el placer sexual.  Según un estudio de la Universidad de Chicago, los hombres que tienen circuncisión disfrutan más el sexo y son mejores en la cama. Para llegar a esta conclusión, entrevistaron a 360 hombres que se sometieron a la circuncisión, 6 meses y luego 24 meses después del procedimiento. 

Durante el estudio, casi todos los encuestados dijeron sentirse bien y reportaron que sus parejas estaban más satisfechas. No solo eso, los expertos también informaron que el 94 por ciento se sentía bien con la elección, además de que el riesgo de heridas en la zona disminuyó considerablemente.

2.- No afecta la sensibilidad. Un experimento realizado por un grupo de investigadores canadienses, y publicado en la revista especializada Journal of Urology, concluyó que la función sexual y sensibilidad del pene no varía entre hombres que han sido circuncidados y aquellos que no.  “La circuncisión neonatal no hace que el pene sea menos sensible. Podemos concluir que no hay diferencias significativas entre el grupo circuncidado y el no circuncidado”, estableció Caroline F. Pukall, una de las coautoras del estudio.

3.- No saben, no opinan. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Queen’s, el prepucio es significativamente más sensible al contacto ligero que los otros tres puntos del pene. Para detectar el calor, el prepucio es más sensible que el glande, pero menos que el tronco. Además, no hay una diferencia significativa para la sensibilidad al dolor y al dolor por calor.

Durante la investigación, 62 voluntarios, la mitad de ellos circuncidados, permitieron que se les realizaran pruebas de sensibilidad en cuatro diferentes puntos de sus penes: el glande, dos en el tronco y en el prepucio, en caso de que lo tuvieran. Básicamente, usaron un pequeño filamento para tocar a los tipos, incrementaron la presión hasta que pudieran sentirlo y luego hasta que les doliera.

Para la sensibilidad relacionada con el calor, los investigadores tocaron a los sujetos con una barra que se calentaba hasta que pudieran sentir el calor y después hasta que les doliera. “Algunas investigaciones sugieren que las otras tres pruebas, dolor, calor y dolor por calor, activan fibras nerviosas asociadas con el placer sexual”, indica. “Pero definitivamente es algo que tenemos que investigar más”.

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