La familia es la primera escuela de los hijos. Allí, los pequeños del hogar forman sus hábitos. Los padres deben practicar lo que desean que sus hijos copien, no pueden proponerles situaciones o valores que nadie realiza. Alcanzar la felicidad es lo que desean los padres , para ello se deben comprometer con la transmisión de unos valores acordes a su vida.Luego de la familia, la escuela es el segundo factor de sociabilización en los menores.
El hogar está destinado a ser la comunidad de vida más plena. Es una comunidad de fe, de esperanza y de caridad. Desde estas tres dimensiones, es también escuela para los miembros de la propia familia y, consecuentemente, para la sociedad.
Los padres ejercen un “liderazgo artesanal”, en el sentido de que cada uno de los hijos representa una tarea única, lo más parecido a una obra de arte que se trabaja singularmente y que se podrá concluir en la medida en que cada uno de ellos aprenda a navegar en la vida por sí mismo.Por eso, no es verdad que los padres tienen preferencias.
Los deseos de los padres son esfuerzos de bienestar que buscan al largo de toda su vida como tal. El mayor esfuerzo que realizan es para que los niños tengan todos sus derechos y deberes.Además, que posean ciertos valores morales y espirituales que les permitan ser personas verdaderamente felices, que lleven la felicidad a otros y que sean buenos ciudadanos. Y sí, los padres también se equivocan, por eso, es bueno que cuando eso suceda acepten sus errores. Ese ejemplo será una gran lección para ellos. En el hogar debe primar valores como la solidaridad, apoyarse en malos momentos y salir exitosos en compañía de cada uno de los miembros de la familia.
¡No te puedes perder esto! : Marcielo Effio descubrió el amor real cuando tuvo a su hija
¡No te puedes perder esto! : Marcielo Effio descubrió el amor real cuando tuvo a su hija