En el año 2135, la Tierra podría ser impactada por un asteroide masivo de 480 metro de longitud que se encuentra actualmente en dirección hacia aquí. El nombre de este coloso es Bennu y la única manera de desviar su rumbo o alterar su inmensidad es con una gran explosión en el espacio exterior.
Bennu es un gran trozo de roca con abundante carbono. Es un gran coloso que podría contener material orgánico como el que, se dice, podría haber exterminado a los dinosaurios y dado paso a nuestra existencia. Pero, según se conoce hasta el momento, la posibilidad del impacto en nuestro planeta es 1 en 2 700.
Lo que preocupa, en realidad, a los científicos es la remota posibilidad en la que Bennu tocara la Tierra. Este lo haría con 80 000 veces la fuerza de la bomba nuclear de Hiroshima. La solución que recae en OSIRIS-REx es reconocer el patrón de la ruta de este asteroide para poder intervenirlo antes de pasar cerca de la tierra. Además, no solo buscará destruir la amenaza inmediata, sino que podremos conocer más a fondo como funcionan los asteroides como portadores de vida.
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