Un gimnasio y una ferretería, localizados en la avenida Canto Grande, en San Juan de Lurigancho, fueron ayer blanco de delincuentes, que lanzaron a ambos negocios artefactos explosivos como amenaza a sus dueños para obligarles a que les entregan fuertes sumas de dinero a cambio de supuesta seguridad.
Alertados por los vecinos y los mismos afectados, llegaron agentes de la Unidad de Desactivación de Explosivos (Udex), que a la fecha (en este 2024) han realizado 536 intervenciones para neutralizar explosivos, lo que hace un promedio de dos casos al día.
Así lo reveló el comandante Juan Pablo Chenett, jefe de la Udex, quien detalló que de dicho total, al menos 300 casos están relacionados a extorsión.
“Hemos tenido hasta 12 intervenciones en un día (...) La semana pasada hemos tenido casi 20 casos”, precisó en Canal N, como reflejo del creciente número de estas emergencias debido a la ola de extorsiones.
La mayoría de estos hechos se han presentado en los distritos de Ate, San Juan de Lurigancho, Comas, Carabayllo y Villa María del Triunfo.
TIPOS. Chenett explicó que entre los artefactos explosivos usados por las organizaciones criminales para extorsionar están las municiones, como granadas de mano; pirotécnicos, en especial “ratablancas”; y de uso civil, como emulsión que van sobre todo a minería y construcción civil.
Explicó que gran cantidad de estos productos y sus componentes son importados, principalmente de Bolivia, debido a la informalidad y facilidad que hay en la zona fronteriza.
Si una persona es extorsionada o sufre un acto de intimidación, el comandante recomendó denunciar el hecho, pues así se puede ver la ruta de estos artefactos.
Cabe indicar que, según el Ministerio del Interior, a nivel nacional, se han registrado más de 14 mil denuncias por extorsión y los medios de intimidación van desde llamadas hasta explosivos o balazos.
5 regiones tienen más casos de extorsión: Lima, La Libertad, Piura, Lambayeque y el Callao.
OJO AL DATO. Llamadas intimidantes, mensajes físicos con balas, coronas con flores fúnebres y explosivos usan los extorsionadores.
