El incremento de los precios de alimentos como el limón, la cebolla roja y el ají amarillo, básicos para preparar comidas marinas, ha puesto en jaque a las cebicherías del país debido a que no pueden trasladar ese aumento a sus platos.
“En mayo se han vuelto a duplicar los precios de los alimentos. Por ejemplo, para hacer cebiche, el limón que costaba S/ 4 el kilo ahora está S/ 8, el ají amarillo que costaba S/ 4 ahora está S/ 9, la cebolla que costaba S/ 2 ahora está S/ 8. En mayo fue la última subida de precios de carta de la mayoría de restaurantes”, señaló el vicepresidente de la Asociación de Restaurantes Marinos y Afines del Perú (ARMAP), Josue Balta, a OJO.
“En junio se intentó subir los precios de los platos, pero hubo una respuesta negativa de los consumidores. Ellos rechazaron los precios y no quisieron consumir en la mayoría de cebicherías que agremiamos. Por eso, desde mayo, se han mantenido los precios de carta y ya no se pueden subir. El año pasado, un plato de ceviche costaba en promedio S/ 25. Hoy día cuesta S/ 30 cuando su precio debería ser S/ 35″, indicó.
CRISIS
Ante el incremento de los precios de los alimentos, los dueños de los restaurantes marinos evalúan despedir personal o cambiar los insumos.
“Estamos esperando que los precios bajen para poder tener margen de ganancia. Pero si se sigue manteniendo la subida habrá que reducir personal para ajustar los costos y que el negocio siga subsistiendo. Otra acción es el cambio de insumos. Los restaurantes están cambiando el tipo de pescado con el que preparan porque están muy caros los convencionales. Para hacer cebiche se usaba la cabrilla que cuesta S/ 28, pero ahora se está utilizando la chauchilla cuyo precio es S/ 18″, sostuvo Balta.
Esta crisis en el sector ya ha cobrado víctimas. Balta estimó que en lo que va del año 150 cebicherías quebraron en el país.
“Tan solo el mes pasado han cerrado ocho restaurantes. Los dueños se comunicaron conmigo para decirme que están cerrando sus locales porque no tienen utilidades, En su mayoría, son restaurantes pequeños que trabajan en mercados los primeros en caer por la crisis”, contó.