“Los niños de nuestro país están siendo afectados por la doble carga de malnutrición. Por un lado, según la ENDES 2022, tenemos al 11.7 % de niños menores de 5 años con desnutrición crónica, mientras que según el “Análisis del panorama del sobrepeso y la obesidad infantil y adolescente en Perú”, el 38.4% de niños y adolescentes de 6 a 13 tienen una prevalencia de sobrepeso u obesidad”, sostuvo la decana del Colegio de Nutricionistas de Lima, Jessica Huamán.
Ante ese escenario, la especialista recomendó que en este inicio de clases, se consideren alimentos saludables, nutritivos y libres de octágonos en las loncheras escolares, para así garantizar un adecuado crecimiento y desarrollo de los niños, además de un aprendizaje optimo.
“La lonchera representa del 10% al 15% de las calorías totales que requiere el niño durante el día, y debe estar constituida por alimentos energéticos, constructores y protectores. Es decir, alimentos que aporten carbohidratos, grasas saludables, proteínas, vitaminas y minerales”, comentó la decana del Colegio de Nutricionistas de Lima.
Algunos alimentos que se podrían incluir en una lonchera saludable son los siguientes:
-Alimentos energéticos: Pan (integrales, francés, pita), tostadas, Cereales (kiwicha o quinua), tubérculos (papa, camote, yuca), frutos secos (almendras o decanas), aceitunas.
-Alimentos constructores: Huevo de gallina o de codorniz sancochados (Enviarlo con cascara), Pollo o pavo (deshilachado o en forma de filete, queso fresco.
- Alimentos protectores: Un porción de frutas frescas, limpias listas para consumo y de estación.
Sumándole a estos alimentos, el envío de agua pura para mantener la hidratación continua y evitar golpes de calor.
“Si bien existen alimentos saludables que podemos incluir en las lonchares de nuestros hijos, también existen productos ultraprocesados que debemos evitar enviar en una lonchera, y que son fácilmente reconocibles por los octógonos presentes en su empaquetado, tales como las gaseosas, jugos procesados, embutidos, snacks, cremas o aliños procesados, galletas procesadas. Dichos productos tienen exceso de azúcares, sodio, grasas trans y aditivos alimentarios como conservantes y colorantes, los cuales afectan a la salud de nuestros niños, y por ende su futuro”. señaló Huamán.