Si pensamos que tener floreros con agua dentro de nuestros domicilios, como los del bambú, nos traería un poco de suerte en estas temporadas de clima cálido, nos estamos equivocando. El agua en los floreros solo está aportando en la reproducción masiva del zancudo que transmite el dengue y afecta la salud de la ciudadanía.
Así lo detalló la viceministra de Salud Pública, Karim Pardo, quien recomendó reemplazar el agua de los floreros por arena húmeda, aserrín o dejar flores artificiales, lo que ayudaría a evitar la reproducción del zancudo y controlar la trasmisión de esta enfermedad.
“El 99 % de los criaderos con floreros tienen bambú. En ese sentido, el zancudo está aprendiendo a sobrevivir. No solo coloca los huevos en las paredes del florero, sino también en los tallos del bambú. Si solo reemplazamos el agua, los huevos quedarán en el tallo de la planta. Es decir, en unos días tendremos zancudos”, explicó la viceministra de Salud Pública.
El Minsa detalla que la enfermedad del dengue es transmitida por la picadura del zancudo hembra Aedes aegypti infectada del virus y en el inicio de su ciclo de reproducción una sola zancuda coloca entre 100 hasta 400 huevos de color negro cada 3 días. Miden aproximadamente 7mm y, por su naturaleza, pueden sobrevivir sin agua hasta 12 meses y resistir las bajas temperaturas.
Entre otros de los potenciales criaderos de zancudos que permiten la reproducción destacan tanques, baldes, plantas acuáticas, bebederos de mascotas, piscinas, base de floreros, botellas, latas, juguetes e, incluso, chapas o cáscaras de huevo, o cualquier base cóncava que pueda almacenar agua.