En los últimos años, nuestra manera de desplazarnos ha cambiado mucho debido a la aparición de las plataformas de intermediación de movilidad que nos ofrecen experiencias de transporte más confiables y eficientes. La explosión de estos nuevos métodos de transporte se ha traducido en una discusión regulatoria, con visiones que buscan, por un lado, imponer los mismos principios de ley bajo los que opera el taxi tradicional, mientras otros apuntan a proteger e impulsar los beneficios económicos y sociales que traen.
Para contribuir a la discusión acerca del Proyecto de Ley 842 que busca regular el servicio de las plataformas de intermediación y lograr una normativa más cercana a la realidad se realizó el conversatorio “Desafíos regulatorios en tecnología: Aplicativos digitales de movilidad”, donde representantes del Estado, organizaciones ciudadanas y de las compañías de intermediación digital contribuyeron al debate con exposiciones, donde se reconoció que a través de la tecnología es posible asegurar la calidad y seguridad del transporte en el país.
Jaime Dupuy, Gerente de Asuntos Legales y Regulatorios de Comex Perú, señaló que pensar en una regulación estandarizada es imposible debido a que las empresas de intermediación digital no son de transporte.
Además, la supuesta percepción de inseguridad ligada a este servicio no es tal ya que poseen múltiples innovaciones y entregan herramientas de trazabilidad, haciendo que las plataformas sean consideradas como más seguras que los taxis tradicionales por un segmento importante de la población peruana.
“Los operadores de plataformas digitales pueden convertirse en aliados de los gobiernos debido a los datos que manejan (calles, recorridos, entre otros). Con ello, es posible implementar políticas más eficientes de transporte en favor de la ciudadanía. Se trata de buscar un balance con la operatividad de las plataformas digitales, pues genera un bienestar económico a la ciudadanía”, señaló.
El representante de Comex Perú destacó además que, un punto importante que se debe evitar para mantener este bienestar económico, es la sobre regulación y, a su vez, delimitar las competencias de las autoridades involucradas en el marco regulatorio: MTC, ATU, Secretaría de Gobierno en Transformación Digital de la PCM y los Municipios.
Así se evitarán lo que califica como “regulaciones ineficientes” como las dadas recientemente en los municipios de Miraflores y Surco, y el fallido intento de la Municipalidad de San Borja. “Generan una carrera por decir ‘yo lo regulé primero’. Al final vas a tener a conductores que tengan en todo el cuerpo códigos QR o stickers, en función del distrito donde funcionan”, precisó Dupuy.
Por su parte Mariana Alegre, directora Ejecutiva de la ONG “Lima Cómo Vamos” explicó que “argumentar que porque hay (mayor) cantidad de casos mediáticos, que son importantes y que hay que atender, hay un problema de seguridad con los taxis por aplicación, yo creo que es un error. Tenemos personas que los utilizan y que manifiestan haber mejorado su calidad de viaje.
Al existir una regulación se puede complejizar el acceso a un servicio de esta naturaleza, afectando principalmente a mujeres desprotegidas quienes son las que usan mayormente este tipo de transporte”, indicó. Además, añadió la necesidad de analizar la calidad del transporte público como segundo tema clave para fortalecer la seguridad ciudadana.
En un reciente estudio de la mencionada organización se resalta que la seguridad es uno de los aspectos más valorados por los usuarios al elegir estas plataformas de intermediación con un 20,9% frente a un 6,2% del taxi tradicional, superando así en tres veces más este aspecto relevante para todos los ciudadanos, y en el caso de los buses, custers y combis, este informe señala que solo le otorgan un 4,1%.
Por su parte, Ofelia Soriano, directora de Políticas y Normas en Transporte Vial del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, explicó que la autoridad ve en las plataformas de movilidad un modelo de tres agentes, que incluye al conductor, al pasajero o usuario final y donde también “tenemos este agente intermediario que es la plataforma digital que cumple la función de conectar o intermediar al pasajero”
Al mismo tiempo, reconoció los beneficios que las plataformas ofrecen a la ciudadanía, y que desde el MTC buscan apoyar la flexibilidad, pero a su vez explicó la necesidad de incorporar a las empresas de intermediación digital dentro de un marco regulatorio.
Entre las ventajas, destacó que “desde el punto de vista del usuario, hay una plataforma que está interesada en esta sostenibilidad y que brinda este sistema; hay un menor tiempo de búsqueda (para encontrar un taxi); hay una variedad en las opciones de transporte público; hay un control de calidad, porque al final es el usuario es el que controla esa calidad”.
Finalmente, durante este conversatorio, los panelistas coincidieron que la presencia de las plataformas de intermediación aporta numerosos beneficios a la movilidad urbana, pero también señalaron que existen retos para repensar en mejoras de nuestro sistema de transporte.
Las aplicaciones contribuyen significativamente en este sistema ya que colaboran en la reducción de la congestión vehicular al realizar recorridos personalizados y optimizados; permiten una trazabilidad del recorrido y ofrecen la posibilidad de compartirlo, mayor seguridad para el pasajero y el conductor, entre otros.