Shanoon Schieber estaba en casa siendo agredida por su violador y asesino en casa. Una de sus vecinas escucho un pequeño sollozo en su casa y dio el llamado a la policía de Estados Unidos.
Cuando la policía llegó, no sabían si tirar la puerta de la casa. Y la vecina pensó que quizá había escuchado mal, por lo que tirar la puerta de su vecina era demasiado.
La policía realizó algunas entrevistas y el resto de vecinos afirmaron que no escucharon nada. Sin embargo, el policía olvidó que por unos años hubo una ola de violaciones y asesinatos contra mujeres.
En la tarde siguiente encontraron el cadáver de Shanoon en su casa, desnudo y con señales de violencia.
La familia decidió dejar que el juicio contra el asesinato siguiera, cuatro años después lo capturan y, para esta fecha, tenía 8 víctimas. Al final violó a 12 mujeres, matando solo a Shannon.
Lo que sí no perdonaron los padres de la victima es que los policías que llegaron a al casa de su hija no hicieron nada para rescatarla. "Lo más difícil de aceptar es que nuestra hija hizo todo lo que pudo para pedir ayuda", por lo que decidió denunciar a la policía que fue a la casa de su hija cuando estaba secuestrada.
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