En un Mensaje a la Nación aburrido, que duró cinco horas e incluyó un video de propaganda, la presidenta Dina Boluarte realizó muchas promesas, algunas a simple vista “populares”, la mayoría sin sustento y que llevarán al uso de ingentes fondos públicos que nadie sabe si se tienen o se podrá obtener.
Como si no importase que en el último año solo cumplió el 25 % de sus ofrecimientos de julio de 2023, la mandataria se lanzó con anuncios de aumentos de salarios, pensiones y bonos que saldrán de la Caja Fiscal, salvo el del sueldo mínimo que se lo pasará a las empresas privadas.
Prometer para la tribuna cuando el respaldo ciudadano le es esquivo, no es la solución. Sí lo es gobernar con transparencia y sin corrupción, con criterio técnico en materia económica, y cumplir lo que se ofrece, aunque ello es más difícil que mostrarse “regalona”.
Más responsabilidad, señora Boluarte, que los recursos estatales deben ser bien usados porque son del pueblo, no suyos.