Los gobiernos locales no pueden ser cómplices de las formas contemporáneas de tráfico de terrenos, que se han expandido en un contexto deficitario de viviendas ante el incremento de habitantes de la forma tan nociva de informalidad que atenta contra la dignidad de las personas, y que es el resultado de un aprovechamiento de la necesidad de los que menos tienen, resaltó el alcalde de La Molina, Diego Uceda.
Durante el Fórum “Tráfico de Tierras y Expansión Urbana en Lima”, Uceda señaló que esto ocasiona el crecimiento del mercado de tráfico de tierras ilegal y el brote de red de delincuencia que trafican y comercializan con los terrenos del Estado y del sector privado, aprovechándose de la población vulnerable.
“Yo seguiré luchando contra el tráfico de terrenos desde mi posición como alcalde y presidente de la Mancomunidad de Lima Este. Más del 90 % del crecimiento urbano de nuestro país en los últimos 20 años son urbanizaciones y AA.HH. creados informalmente sin los servicios básicos completos”, enfatizó Uceda.
Refirió que este tipo de actividades delictivas propician a su vez todo un engranaje de quebrantamientos conexos. “Lamentablemente se puede decir que gran parte del crecimiento de hoy en el país se debe a los traficantes de tierras que lleva a que las personas más necesitadas dependan de los traficantes”, acentuó.
Por su parte, el Defensor del Pueblo, Josué Gutiérrez, dijo que millones de peruanos quieren acceder al derecho de tener una propiedad, pero estos se deben tener saneados dentro del margesí de bienes del estado. Además existen grandes trabas para poder llevar agua y desagüe o poder dar el título de propiedad a la población.
“Existen dos escenarios, no se pueden hacer escuelas ni centros de salud en los lugares donde no tiene saneamiento legal del terreno, entonces la comunidad deduce que no se encuentra atendida por el Estado”, expresó.
Lamentablemente el Perú está marcado de organizaciones criminales que han hecho del tráfico de terrenos su modus vivendi. No les interesa si las propiedades son comunales o son de terceros. Lo que les importa es parcelar y vender a lo que caiga, señaló.
“Todo este proceso evidencia que no hemos crecido de manera uniforme, la informalidad es parte de nuestro convivir diario, hasta en los procesos de titulación”, afirmó.