Perú promulgó ley que prohíbe el matrimonio infantil.
Perú promulgó ley que prohíbe el matrimonio infantil.

El , catalogado como una violación de los derechos de las mujeres, es uno de los tipos de violencia que afectan a las niñas en el Perú. Entre los años 2012 y 2022, se registraron más de 4357 matrimonios de menores de 18 años en Perú, según datos del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec).

Más de 400 de estos casos involucran a menores de 16 años, lo cual revela una situación alarmante y preocupante de persistencia del matrimonio infantil en la región. Este tipo de matrimonio implica que las niñas se casan sin su consentimiento, en contra de su voluntad o sin la posibilidad de abandonar la unión.

Las amenazas y acciones de violencia asociadas a esta práctica abarcan desde la violencia física, violencia sexual, hasta la violencia psicológica, que incluye también la presión psicosocial del entorno cercano: las familias y la comunidad.

Al día, 400 mujeres son atendidas por sufrir violencia: ¿Qué daños presentan en su salud mental?

Veronique Henrry, directora país de la ONG Plan International, agrega: “La imposición de roles matrimoniales a una edad temprana interrumpe las oportunidades educativas de las niñas, perpetuando un ciclo de pobreza, violencia, embarazos tempranos y múltiples, limitando sus perspectivas de futuro”.

Así, expone que las principales consecuencias del maltrato y violencia presentes en el:

-Maltrato Físico: El matrimonio infantil forzado expone a las niñas a un mayor riesgo de maltrato físico. Al ser obligadas a casarse en una edad temprana, estas jóvenes a menudo carecen de la madurez necesaria para afrontar las responsabilidades del matrimonio. Esto puede llevar a situaciones de violencia física por parte de sus esposos o familiares, ya que las niñas pueden ser percibidas como más vulnerables y menos capaces de defenderse. Las consecuencias del maltrato físico incluyen lesiones, trauma emocional y un entorno doméstico peligroso.

-Interrupción de la educación: Mientras más temprana es el matrimonio o la unión infantil forzada, menos años de estudios completen.

-Abuso Sexual: Las niñas casadas a una edad temprana se exponen al riesgo de ser objeto de relaciones sexuales no consensuadas, ya que a menudo carecen del poder y la autonomía para negarse. Esta situación lleva a un mayor riesgo de infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados y complicaciones de salud asociadas con la actividad sexual precoz. El abuso sexual contribuye a un ciclo de vulnerabilidad y trauma que puede tener efectos a largo plazo en ls salud mental y emocional de las niñas.

-Maltrato Psicológico: Las niñas obligadas a casarse a una edad temprana a menudo experimentan un desequilibrio de poder en la relación matrimonial, lo que puede dar lugar a formas de control y manipulación emocional, que se traducen a maltrato psicológico. Este puede incluir amenazas, humillaciones, restricciones en la toma de decisiones y el aislamiento social. Estas prácticas contribuyen a la desvalorización de la autoestima de las niñas y afectan negativamente su bienestar emocional y mental.

-Perpetuación de la pobreza: Existe una relación estrecha entre pobreza y matrimonio o unión temprana. Según estudio de Plan International y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), 7 de cada 10 mujeres que se unieron o casaron tempranamente son pobres o muy pobres.

Menor autonomía económica: 3 de cada 4 mujeres unidas o casadas tempranamente se dedican al trabajo doméstico.

En este contexto, la ONG Plan International presenta la campaña de sensibilización “La Novia Prohibida”. A través de un experimento social en la vía pública, se buscó involucrar a la ciudadanía sobre el impacto negativo del matrimonio infantil, el cual no solo afecta la integridad física y emocional de las niñas, sino que también tiene repercusiones a largo plazo en su acceso a la educación y desarrollo personal.