El pasado sábado, la Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano de Chile salieron a las calles para denunciar que los curas las estaban violando sexualmente por varios años.
"Estos últimos días hemos tenido momentos de mucho sufrimiento como Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano. Hermanas que pertenecieron a nuestra Congregación han hecho acusaciones en medios de comunicación social, algunas de ellas muy graves", escribieron en una nota de prensa a los medios.
Sin embargo, las monjas lamentaron que ninguna autoridad ha investigado su caso, aunque la denuncia se hizo de manera público en varios medios de comunicación.
Según las declaraciones de las monjas al programa de investigación periodística "Informe Especial", emitido por la televisión chilena (TVN), las violaciones ocurrieron en un convento situado en el municipio de Molina, a 210 kilómetros al sur de Santiago.
Lo más indignante es que al denunciar los abusos a sus superiores fueron 23 las sancionadas y expulsadas de la congregación sin ningún tipo de compensación.
Yolanda Tondreaux fue una de las víctimas y aseguró que sufrió abusos apenas se puso los hábitos: "Un sacerdote se me acercó, me tocó el pecho y me dio besos en la cara llegando hasta los labios. Me manoseó. Me dio asco".
(FOTO) Yolanda Tondreaux
Este viernes, los 34 obispos de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), se disculparon por las violaciones cometidos por miembros del clero para anunciar medidas y compromisos en la búsqueda de justicia y resarcir a las víctimas.
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