Durante diciembre, mes en que se celebra la Navidad, los peruanos disfrutan de comer panetón, en sus diversas versiones, y uno de los que está dando la hora pesa nada menos que cinco kilos.
Se trata del panetón familiar canero que desde el año pasado elabora la panificadora San Miguelito, en su sede del penal Miguel Castro Castro, en San Juan de Lurigancho, donde trabajan los internos.
“El año pasado tuvimos la posibilidad de vender 200 unidades de este panetón familiar y nuestra proyección para este 2025 es superar esta cantidad y llegar a 250″, cuenta Sergio Vílchez, encargado de la empresa que tiene convenio con el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
El proceso de elaboración es artesanal y demora en hornear hasta tres horas, a diferencia de uno clásico que apenas está en 50 minutos.
“Tiene un proceso más complicado. Es por eso que su costo también se eleva y es de 200 soles”, detalla tras precisar que en cada horneada solo se pueden colocar de 8 a 10 panetones.
PEDIDOS. Quienes más compran el panetón XL son familias numerosas así como compradores de regiones que “por curiosidad” se lo llevan para “ver qué se siente partir un panetón de estas dimensiones”.
También es una opción para quienes realizan chocolatadas ya que salen bastantes tajadas, mencionó Vílchez.
Además de este panetón gigante, la panificadora San Miguelito ofrece seis variedades de panetones, entre ellas el clásico, de arándano, que tiene alta demanda; de aguaymanto, chocolate con nueces, maíz morado e integrales o andinos.
OJO AL DATO. Durante el año 2024, nueve de cada diez hogares en Perú compraron un panetón en la campaña navideña.



