El pabellón 7 del penal de Lurigancho es conocido actualmente como el ‘pabellón chamo’ debido a la gran cantidad de presos de nacionalidad venezolana que alberga durante los últimos años.
El programa Punto Final mostró que en dicho pabellón hay 114 internos venezolanos, en su mayoría sujetos que apenas pasan los 20 años y que están recluidos por delitos menores, como robo y microcomercialización de drogas.
“En todo Lurigancho tenemos un total de 508 internos venezolanos y, de ese total, 114 se encuentran en el pabellón 7″, expresó Susana Silva, la exjefa del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
Los venezolanos recluidos en el ‘pabellón chamo’ trabajan en distintos oficios, ya sea en la lavandería o cocina. Muchos de ellos llevan estudian o trabajan en el penal para reducir su condena. Incluso, realizan jornadas de básquetbol en el área deportiva del penal.
En el reportaje se recoge el testimonio de los presos venezolanos, quienes manifiestan su deseo de cumplir su condena en su país. Sin embargo, un decreto supremo emitido en el 2020 solo permite la extradición de los extranjeros que hayan cometido un delito en perjuicio del Estado.
Por ello, Susana Silva planteó modificar la norma y permitir que los extranjeros cumplan su sentencia en sus países de origen, lo que representaría un ahorro en el tema económico. En total, hay 1502 presos venezolanos en distintos establecimientos penitenciarios del país.
“La mayoría de la población extranjera-venezolana que tenemos aquí en el Perú está por el delito de robo agravado, hurto, y ese tipo de delito tiene como agraviado no al Estado sino a una persona”, señaló la ahora exfuncionaria.
“En realidad, si uno hace sumas y restas, por un tema de costo-beneficio, nos conviene mucho como país hacer esta modificación, renunciar a la reparación, ver algún otro mecanismo para tampoco dejar desprotegidas a las víctimas”, agregó.