Renuncias, escándalos de corrupción y crisis que golpearon la política peruana el 2018 (FOTOS)
Renuncias, escándalos de corrupción y crisis que golpearon la política peruana el 2018 (FOTOS)

Durante el 2018, el país atravesó el año más convulsionado a nivel político desde la caída del régimen del expresidente Alberto Fujimori. Algunos analistas creen que incluso lo supera. El año estuvo marcado por las renuncias, escándalos de corrupción y crisis que golpearon -y aún golpean- la institucionalidad del Poder Ejecutivo, el Congreso y el sistema de administración de justicia.

Voces expertas consultadas por este diario aseguraron que en los últimos doce meses, los peruanos experimentaron una seguidilla de enfrentamientos entre los representantes de los distintos poderes del Estado que desnudaron la débil estabilidad y la frágil conducción del Gobierno en curso.

“El año más tormentoso en el nuevo milenio”, así lo resume el analista político José Carlos Requena.

“Desde el colpaso del régimen liderado por Alberto Fujimori en noviembre de 2000, el país no veía una convulsión similar a la que experimentó en los últimos doce meses”, refiere.

Posición similar tiene el analista político Luis Benavente, quien explica que el 2018 ha sido una etapa extremadamente controvertida.

“Caracterizada principalmente por la judicialización de buena parte de los principales actores de la política peruana, junto a un enfrentamiento político que se ha vuelto rutina. En el Perú se han llegado a niveles extremos de corrupción”, indica el director de la consultora Vox Populi.

RECUENTO 2018. 

Y es que el año que cerró no ha sido nada fácil para el país.  arribó al Perú el pasado 23 de marzo en un vuelo de emergencia desde Canadá, para asumir -en menos de 24 horas- la Presidencia del país tras la renuncia irrevocable de Pedro Pablo Kuczynski.

La salida del fundador de Peruanos por el Kambio se produjo en medio de cuestionamientos y críticas por sus vínculos con la empresa brasileña Odebrecht, compañía de la que habría recibido pagos mientras ejercía el cargo de funcionario años atrás.

A ello, se sumaba la polémica de un presunto negociado de PPK para otorgar el indulto humanitario a Alberto Fujimori y salvarse de un pedido de vacancia presidencial.

Entonces, ante la zozobra de un país que tenía que hacer frente a la dimisión de un presidente, Vizcarra llegó al Congreso para jurar en compañía de la vicepresidenta Mercedes Araóz.

Al asumir, marcó un derrotero: Un claro mensaje contra la corrupción.

¿Empezó una nueva era? El socio de la consultora de análisis 50+1, José Carlos Requena, resalta que desde enero de 2018, el país ha pasado de un presidente debilitado y languideciente (PPK), que se enfrentaba a la hostil oposición, “a un sucesor suyo (Vizcarra) con una sólida aprobación en la opinión pública, que se mueve sin oposición política en la práctica”.

Un segundo episodio que marcaría al país serían los “audios de la corrupción”. Allí se reveló cómo jueces, fiscales y funcionarios públicos negociaban procesos y cargos para su propio beneficio. El destape obligó a desactivar el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y todos sus miembros fueron removidos.

Al respecto, Benavente comenta que la particularidad de este año ha sido el destape de la corrupción.

“Ahora tenemos la evidencia de los audios porque la corrupción es tan fuerte en el Perú que ya nos habíamos acostumbrado a ella”, señala.

Uno de los audios también es protagonizado por el fiscal de la Nación, , quien juramentó a su cargo en medio de cuestionamientos. Ahora vive enfrentado con el Ejecutivo y diversos sectores que demandan su salida.

En ese tormentoso contexto, el jefe de Estado anunció en su mensaje a la Nación de 28 de julio que sometería a referéndum cuatro reformas constitucionales. Días después, debido a la demora del Congreso para aprobarlas, el Mandatario planteó la cuestión de confianza.

Al respecto, Requena señala que Vizcarra pasó de ser un actor voluntarioso, aunque taciturno y dubitativo, a un decidido “propulsor de cosméticas reformas que por ahora tiene pendiente dotar de contenido tangible a la ciudadanía”.

El mes de octubre sorprendió a los peruanos con la orden de 36 meses de prisión preventiva de la lideresa de Fuerza Popular, , quien ahora está internado en el penal de Chorrillos por presuntamente liderarar una organización criminal al interior de su partido y por recibir aportes de Odebrecht para su campaña presidencial.

Tan solo 15 días después, sus asesores Ana Herz y Pier Figari pasarían por el mismo episodio.

“En el 2018 no solo se ha cambiado de presidente, sino que los principales líderes opositores enfrentan serios apuros judiciales”, comenta Requena.

Mientras que Benavente remarca que los grandes responsables “son los partidos políticos”.

En paralelo, el Perú sería testigo del pedido de asilo del expresidente  a Uruguay al considerarse un “perseguido político”.

Su solicitud fue rechazada, sin embargo, el Ejecutivo celebró con la victoría en el referéndum: sí, sí, sí, no. Tal como lo sugirió Vizcarra Cornejo.

Con los resultados, el gobierno decidió crear una comisión de Alto Nivel para proponer reformas políticas, para liderar los cambios que el país necesita.

LECCIÓN.

Los analistas coinciden en que se puede obtener provecho de todo lo ocurrido en el 2018.

“Requerimos hacer una política más transparente, profesional y debemos alejarnos del camino de la corrupción”, advierta Benavente.

Además, rescata que la crisis extrema que vivió el país permite que la ciudadanía no se mantenga de espaldas.

“Si los destapes no se hubiesen dado, la corrupción seguiría como si nada, pero ahora los potenciales corruptos lo pensarán dos veces”, manifiesta.

Entre tanto, Requena sostiene que a los actores políticos, sobre todo al aún mayoritario grupo en el Congreso, le toca evaluar la situación con madurez y responsabilidad.

“Y sacar lecciones de la inacción con que se condujeron desde julio de 2016, cuando se inició el actual lustro presidencial”, indica el analista.

OJO CON ESTO:

HAY MÁS...