La depresión y la ansiedad llegan con las bajas temperaturas y son alteraciones en la salud mental debido al trastorno afectivo estacional advierte el Departamento de Salud Mental del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud.

La depresión es un trastorno mental que se caracteriza por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento. Mientras que la ansiedad es un mecanismo de defensa del organismo que nos pone en alerta frente a una preocupación excesiva e incertidumbre sobre el futuro o situaciones de las que no se tiene control.

Alejandro Leónidas Mamani Guerra, médico psiquiatra del Hospital Rebagliati, señala que en invierno, tanto en consulta externa como en emergencia, suelen incrementarse las atenciones por ansiedad y depresión debido al trastorno afectivo estacional.

Estas afecciones se presentan en pacientes no crónicos, es decir en personas sin antecedentes de estos cuadros y se da debido a la mala regulación de la melatonina (hormona) y de la serotonina (neurotransmisor).

A nivel biológico, la melatonina es la principal hormona implicada en la regulación del sueño y vigilia. La secreción de esta se da dependiendo de la cantidad de luz que recibe nuestro organismo.

A menor luz recibida, la melatonina se desregula y genera la necesidad dormir más. Con ello, se manifiesta mayor cansancio, desgano, poca energía, aumento de apetito ansioso sobre todo de alimentos con alto nivel calórico.

Asimismo, los bajos niveles de serotonina (neurotransmisor) pueden provocar falta de motivación, ganas de llorar, bajo estado de ánimo y tristeza.

El especialista indica que el trastorno afectivo emocional de invierno es cíclico y termina cuando empieza la primavera. Abordado a tiempo no hay de qué alarmarse, pero si hay que tomar medidas para prevenirlo, tratarlo y evitar, en un caso extremo, que se vuelva crónico.

¿CÓMO EVITAR LA ANSIEDAD Y DEPRESIÓN EN INVIERNO?

El psiquiatra recomienda exposición a la luz natural, salir al parque, caminar por la playa, salir a correr y abrir las ventanas al despertar. Eso ayudará a tener la melatonina regulada y generar así más energía, menos sueño, menos desgano, cuadros de depresión o ansiedad.

Asimismo, recomienda incrementar actividades de disfrute como cantar, bailar, ir al cine o charlar con amigos y familiares.

La depresión y ansiedad de invierno tienen un desenlace clínico favorable si es bien tratada. Tras la recuperación, la persona afectada podrá retomar su vida normal en pocas semanas.

Para ello, el especialista recuerda que siempre será mejor la prevención, pero de darse el caso, se puede recurrir a la psicoterapia, psicofármacos o terapia de luz para lograr el bienestar del paciente.