La pandemia sigue fuera de control en Brasil, con más de 290.000 muertos y un presidente que se niega a reconocer su gravedad, mientras la nueva cepa amazónica se extiende en silencio por el país. (EFE/Joédson Alves)
La pandemia sigue fuera de control en Brasil, con más de 290.000 muertos y un presidente que se niega a reconocer su gravedad, mientras la nueva cepa amazónica se extiende en silencio por el país. (EFE/Joédson Alves)

El uso de la identidad de personas fallecidas para conseguir vacunarse antes de tiempo fue una de las irregularidades encontradas por las autoridades de control en Brasil, en un estudio divulgado este viernes.

El análisis, realizado por la Contraloría General de la Nación, verificó el cumplimiento de las prioridades para unas 10 millones de dosis de vacunas, que fueron aplicadas contra el COVID-19 en el gigante suramericano hasta el 10 de marzo.

“Existen casos de vacunas aplicadas a personas que figuran como fallecidas en el Sistema de Información de Mortalidad del Ministerio de Salud (SIM) con fecha de emisión del certificado de defunción anterior al inicio de la vacunación”, señala el comunicado divulgado por la Contraloría.

Aunque no se ha divulgado la cantidad de personas que han utilizado los datos de ciudadanos fallecidos para hacerse a una vacuna, el portal O Globo habla de cerca de 1.000 casos.

Personas que tienen tres o más cartillas de vacunación, inmunización a personas de 60 años, que si bien son de la tercera edad aún no están dentro del grupo para vacunación y ciudadanos vacunados como profesionales de salud, sin que lo sean, están entre los principales fraudes identificados.

De acuerdo con el estudio, fueron identificadas alrededor de 50.000 inconsistencias, lo que representa el 0,5 % de las 10 millones de dosis consideradas para el análisis. Para el estudio fueron analizados datos propios y cruzamientos con otras bases oficiales de registros de vacunas aplicadas hasta el 10 de marzo.

La vacunación para los más de 210 millones de habitantes del gigante suramericano comenzó el pasado 17 de enero pero avanza lentamente por la falta de dosis listas de inmunizantes.

Hasta el momento, tan solo un 4,5 % de la población en Brasil ha recibido la primera dosis de alguno de los inmunizantes utilizados en el país y apenas un 1,5 % cuenta ya con las dos dosis.

Según el Ministerio de Salud, ya fueron adquiridas 562 millones de vacunas de varios laboratorios, incluidas aquellas que ya son producidas en Brasil (la de AstraZeneca/Oxford y la del laboratorio Sinovac).

No obstante, buena parte de los inmunizantes solo estará listo para la segunda mitad del año. Hasta la fecha se han distribuido unos 24 millones de dosis, de las cuales se ha aplicado un poco más de la mitad.

Brasil, con su más de 210 millones de habitantes, es el actual epicentro global de la pandemia con más de 290.000 muertos y 11,8 millones de contagios.

Las cifras confirman al gigante suramericano como la segunda nación con mayor número de víctimas mortales y contagios por el virus del mundo, tan sólo superada por Estados Unidos.

Con información de EFE