El Comité Nacional Transitorio de Ética en Investigación COVID-19 (CNTEI-COVID-19) iniciará una evaluación integral del ensayo clínico para determinar los cursos de acción que hayan explicado la desviación en el uso de vacunas experimentales, tras conocerse el caso vacunagate, donde diversos funcionarios recibieron de manera secreta la dosis de Sinopharm.
El CNTEI-COVID-19, creado en abril del año pasado por el Instituto Nacional de Salud (INS), sostuvo que ha evaluado 44 protocolos de investigación con diversos productos farmacéuticos, biológicos y vacunas. En ese sentido, el 18 de agosto del 2020, luego que los investigadores de Sinopharm subsanaran 20 observaciones, la entidad aprobó el ensayo clínico de fase II.
A través de un comunicado, se indicó que durante el estudio que lleva a cabo la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) se han presentado observaciones “en su trato a los participantes, hecho que ha sido de preocupación principal del comité”. “Estos hechos no han ocurrido con el resto de los ensayos clínicos que se vienen ejecutando”, explicó.
“Estos lamentables hechos han ocurrido al margen de los procedimientos del ensayo clínico y no han sido de nuestro conocimiento hasta su revelación en medios públicos. Es importante enfatizar que a lo largo del desarrollo de este estudio, el CNTEI-COVID-19 ha remitido varias observaciones y requerimientos a los investigadores para mejorar la conducción del presente ensayo”, se lee en el comunicado.
Por último, el comité sostuvo que estos últimos acontecimientos no deben opacar la tarea de garantizar que todos los ensayos clínicos COVID-19 se adhieran a los más altos estándares de ético de la investigación.
“Es de particular interés de proteger el valor social y científico del ensayo de Sinopharm así como la protección de sus participantes. Desde el Comité estamos trabajando de manera activa para una solución científica, ética y justicia en favor los voluntarios del presente ensayo”, señaló