Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Alejandro, de 30 años, que vive en Manchay:
Señora Magaly, estoy preocupado por la salud de mi chica. Maribel se ha obsesionado con tener la figura perfecta y por ello usa fajas reductoras mañana, tarde, noche y madrugada.
Desde que comenzó el verano mi enamorada comenzó a usar estas fajas. A finales de diciembre me dijo: “Amor, estoy gorda, mira la panza que tengo, no puedo seguir así, trato de comer menos harinas y evito el azúcar, pero no puedo reducir medidas. Voy a probar con las fajas reductoras, una amiga me ha dicho que son efectivas para bajar la pancita”.
A mí no me pareció muy buena idea que ella las usara, pero no le dije nada. Después comencé a averiguar sobre la efectividad de estas fajas y descubrí que usarlas no reducía la panza. Pero lo peor no era eso sino que debilitaban los músculos abdominales y el suelo pélvico, lo que podía causar prolapso en las mujeres. Además, dañaban los órganos internos.
Inmediatamente le comenté todo esto a Maribel, pensé que se alarmaría y se quitaría la faja que llevaba puesta, pero no fue así. Me dijo que lo que había leído no estaba comprobado y que las fajas sí reducían medidas, que la mejor prueba de ello era la esbelta figura de su amiga.
Maribel no ha dejado de usar las fajas, le he pedido que averigüe sobre su efectividad, que vaya a un nutricionista, pero no quiere. Temo que algo malo le pase. Por favor, doctora, ¿cómo hago para convencerla de que se olvide de las fajas?
CONSEJO
Estimado Alejandro, efectivamente usar esas fajas no es bueno para la salud. Te aconsejo que hables nuevamente con Maribel sobre el tema. Exprésale tu preocupación por ella. Dile que la amas y por eso quieras verla saludable. Agenda una cita con un nutricionista y pídele encarecidamente que acuda. Acompáñala. El especialista despejará todas sus dudas. Suerte.
ESCRÍBEME TU CASO A magalymoro@prensmart.pe